Dos ficciones de la sección Oficial completan nuestro recorrido por esta edición de L’Alternativa. Dos relatos que exploran las sensaciones que transmite el entorno donde habitan sus personajes, y donde la muerte está muy presente. Estas mismas características parece tener la cinta que finalmente gana el certamen, Havarie, enmarcada en el formato documental; pero no nos es posible echarle un ojo.
Por lo que respecta a Paula de Eugenio Canevari, nos sitúa al lado de una joven que se enfrenta a la disyuntiva causada por un embarazo no deseado. Es una película de acciones y no acciones, de ambientes aislados y opresión no verbalizada, con un toque de crítica de clases. Si acaso se echa en falta, en cierto momento, un mayor ahondamiento en la historia que relata o en la psicología de los personajes para acabar de redondear el relato (tiene además una protagonista con la que cuesta mucho empatizar). Hay aquí ecos de Lucrecia Martel, pero Paula no presenta desde luego el empaque a nivel narrativo y conceptual de una película como La ciénaga (2001), por poner un ejemplo. Con todo, es una buena ópera prima, muy estética, pensada y equilibrada, que se lleva una mención especial por parte del jurado de la crítica.
Una de las películas que goza de mayores expectativas en el festival parece ser Mimosas de Oliver Laxe, una aventura a través del Atlas marroquí, en el que una pequeña caravana debe llevar a un maestro sufí hasta su tierra natal. Mimosas trabaja una épica minimalista, si puede decirse que tal cosa exista. No hay estridencias, no hay grandes acontecimientos, tan solo la procesión a través de unos paisajes imponentes y eventuales pequeños encuentros que irán cambiando poco a poco el devenir y las perspectivas de la misión. Con una fotografía bellísima, lo cierto es que la película puede acabar aburriendo en su afán por ofrecer una experiencia eminentemente contemplativa. Nos enteramos de que su rodaje estuvo asociado (de hecho algunas imágenes son prestadas) al de la tortura de Ben Rivers del año pasado. Desde luego, en comparación con aquel esto es una obra maestra de la envergadura y el ritmo de un David Lean.
Por último, nos alegra ver que se proyecta en el festival una pequeña joya como Timbuktu, de Abderramane Sissako (aquí nuestra crítica sobre ella), y que a los niños se les instruye en el arte del cine con la maravillosa El cuento de la princesa Kaguya de Isao Takahata (que vimos en su día en Sitges). Y aunque las retrospectivas tienen menos peso este año dentro de la semana del festival, para compensarlo la dedicada a Maurice Pialat se alargará unas semanas a través de la Filmoteca. Además, en Filmin todavía se pueden ver algunas de las películas presentadas durante estos días. L’Alternativa hace camino.