Archivo mensual: enero 2013

Bestias del sur salvaje

No vale la pena extenderse en exceso en relación a «Bestias del sur salvaje». No porque no lo merezca, sino porque resultaría superfluo. «Bestias del sur salvaje» hay que verla. Es una bella experiencia que, cuanto más se desgranase, más encanto perdería. Así, el debutante Benh Zeitlin ha conseguido uno de los que, previsiblemente, será de los mejores estrenos del año que empieza, realizando un filme que, como me dijo un amigo, le da diez vueltas a «Lo imposible» (J.A. Bayona, 2012) -marcando las correspondientes distancias en cuanto a enfoque, pero conociendo que hay algo de la esencia que se solapa.

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Coriolanus

Si alguien esperaba un nuevo ‘caso Affleck’ con la ópera prima como director de Ralph Fiennes, se va a llevar un buen disgusto. El actor ha escogido como base para su primer trabajo tras las cámaras una obra de William Shakespeare, tal vez con la ilusión de contar con un punto de partida ‘serio’ y respetado, de aprovecharse del prestigio que parece seguir teniendo el teatro dentro del gremio, por encima del cine -probablemente a causa del carácter de show business que reviste el mismo. El producto derivado parece haberle granjeado opiniones positivas entre la crítica angloparlante, cosa sólo entendible por el efecto epatante que puede haber generado el nombre del clásico.

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Django desencadenado

Lo máximo que se podría aventurar sobre la estructura global de la obra de Quentin Tarantino es que consta, hasta el momento, de dos etapas diferenciadas pero ciertamente cercanas entre si, en cuanto igualmente personales y coherentes con un universo conjunto: la primera sería la que va de “Reservoir Dogs” (1992) a “Jackie Brown” (1997); la segunda, desde el ‘retorno’ con “Kill Bill” (2003-2004) hasta la que ahora nos ocupa. “Django desencadenado” sigue pues la estela de las últimas obras del director, con una narrativa más despegada del argumento, de tiempos más dilatados, con menor peso de la palabra y un denominador común temático: la venganza como centro absoluto de la trama. En esta línea, “Django desencadenado” es un relato en que al autor cada vez le importa menos la historia y más la construcción de la película, algo que se refleja, ya desde la aventura de artes marciales, en el ingente y evidente uso de referentes cinematográficos previos.

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