El corto es el formato de L’Alternativa donde más cantidad de puntos de vista, fórmulas diferentes de hacer cine y hallazgos inusuales se pueden encontrar. Dentro de la competición oficial, este año pudimos ver el primer bloque de películas, y de entre ellas destacamos dos:
Por un lado, Notes from Sometime, Later, Maybe, que recibió finalmente el Premio del Público. A diferencia de la mayor parte de compañeros de sesión, Roger Gómez y Dani Resines consiguen dar con un núcleo emocional sólido que articule su cortometraje. La narración en off y el material de archivo, que en ocasiones es utilizado en exceso por los autores de este tipo de cine, toman aquí sentido y fuerza para ilustrar la experiencia de un antiguo operario de cine que se dedicaba a grabar a sus vecinos para proyectarlos luego en la gran pantalla. Los autores, que lo presentan en vivo, comentan que se trata de un proyecto de largo, pero lo cierto es que el tema que han escogido queda muy bien cerrado en los diez minutos que dura la película. Al interpelarlos al respecto, nos contestan que son conscientes de ello, e incluso se plantean si finalmente harán o no ese largometraje, a sabiendas de que deben encontrar otros aspectos a desarrollar que hagan cobrar sentido al proyecto. Tal vez esa honestidad, que se transmite también en su película, sea lo que les haga merecedores del premio.
Por otro lado, está The return of Erkin, que presenta un Uzbekistán desolador (nos viene inmediatamente a la cabeza la aridez de The move, la película de Kirguistán que vimos el año pasado en el Casa Àsia). Con una narración austera, el fallido intento de integración de un preso que ya ha cumplido su condena va tomando interés poco a poco. Maria Guskova plantea un interesante uso del color, el relato va sumando capas sin apenas darnos cuenta y, aunque deprimente, resulta de lo más interesante de la sesión. No en vano fue premiada este año en Cannes.
Del resto de películas que componen este Curts 1, tenemos la sensación de que serían proyectos más adecuados para un formato diferente al cinematográfico. Aunque de todos se puede extraer algún elemento de interés (el retrato de un artista moderno en Events in a Cloud Chamber, el uso del plano cenital en Eden’s Edge (Three Shorts on the Californian Desert), un montaje musical sorprendente en Balada de um Batráquio), son películas demasiado ensimismadas, que consiguen acabar con la paciencia del espectador pese a su corta duración.
En otro orden de cosas, asistimos a una sesión apodada Programa: Narratives alterades, ya que nos sentimos interpelados de manera automática por la expectativa de una batería de cortos experimentales y de amplia variedad visual. Muchas son las películas que componen el programa. Vale la pena reseñar Gure hormek (Nuestras paredes), que aúna anécdota con discurso de forma sencilla y divertida (se lleva el premio al mejor guión de corto de Panorama); Sick Fuck, que juguetea con las nuevas maneras de experimentar el cine en canales como Youtube mediante un sencillo montaje de vídeo y comentarios; la bella y cuasi abstracta animación de Jane, Tarzan ez zen horren guay; el experimento de sonidos, texturas y celuloide en pequeño formato de Answer Print; y el sugerente Montañas ardientes que vomitan fuego, del cual, sinceramente, todavía no sabemos qué pensar tras un solo visionado. En el resto de propuestas nos da la sensación de que pesa más la impostura o el ego personal del artista que la aportación real de un discurso y una forma cinematográfica rigurosos.