Hasta en Lepe se han enterado de lo que ocurrió con el Oscar a la Mejor película. Lo de Beatty y Dunaway (o más bien lo de la organización de los premios) pasará a la historia como uno de los momentos más surrealistas y patéticos de los Oscars. Nos fuimos a dormir sin todavía creérnoslo, y merece la pena dedicarle un post, ni que sea por añadir algunos de los múltiples comentarios que surgieron a posteriori. Así lo vivimos, en vivo y en directo:
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Es difícil valorar la gala por sí misma cuando tienes un ojo puesto en la tele, el otro en Twitter, un oído en lo que dicen los participantes y el otro tratando de filtrar lo que traduce el doblador. Diríamos que la cosa no fue especialmente apasionante, si no fuera por algunos gags que funcionaron, los planos de Mel Gibson y la anticipación que tuvimos media hora antes de que Kimmel le preguntara a Trump si andaba por ahí. Mientras tanto, y previo al ‘momentoquenodebesernombrado’, se dieron los siguientes premios:
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Durante la primera parte de la gala se fraguaron dos ‘running gags’ de nivel. Uno puramente espontáneo en las redes sociales alrededor del premio para Suicide Squad y el otro en continuación de la cachonda relación que mantienen Jimmy Kimmel y Matt Damon en el late night del primero, y que por unas horas saltó sorpresivamente a las pantallas de medio mundo. Tras el atípico inicio con la intervención musical de Justin Timberlake, se dieron los siguientes premios:
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