Un martes de octubre, tras la presentación en Sitges de la película «Berberian Sound Studio», tuvimos la ocasión de asistir a un post-screening, abierto a todo el mundo pero no muy concurrido, con su director Peter Strickland. El joven británico cuenta aún con una carrera breve, y ha presentado en el Festival su segundo largometraje, tras dos cortos -«Bubblegum» (1997) y «A metaphysical education» (2004)- y su peculiar incursión en la road movie, «Katalin Varga» (2009).
La entrevista en grupo empieza de forma bastante brusca, tras una breve felicitación por la película («es inquietante, fascinante y prácticamente hipnótica»), tras la cual el asistente lanza su proyectil sin más preliminares: ¿Ha visto «Arrebato» de Zulueta? La respuesta de Strickland es negativa, aunque pide la referencia del filme. Empieza entonces el turno ‘natural’ de preguntas, pasando a un extremo contrario, marcadamente light: