Febrero siempre es un mes algo tonto (también) en cuanto a cine se refiere; todavía no llegan las producciones del nuevo año y de repente se acumulan películas que han estado esperando en la recámara para lanzarse coincidiendo con la recta final de la temporada de premios: o bien han ganado algún Globo de Oro, o bien tienen nominaciones a los Oscars (normalmente ambas cosas). Después están las setas ocasionales, como ahora el reestreno de Todo a la vez en todas partes de los Daniels, tras agenciarse sorpresivamente 11 candidaturas al premio gordo. Entre todo el barullo, nos quedamos con esta -bastante evidente- muestra:
- Los Fabelman de Steven Spielberg (estreno viernes 10): Premios aparte (no sería descabellado que se fuera prácticamente de vacío en la gala reina pese a contar 7 nominaciones y haber ganado el Premio al mejor drama en los Globos de Oro), la importancia de la película se resume fácilmente. Steven. Spielberg. Es la enseñanza básica obligatoria del cinéfilo, no vamos a descubrirlo a nadie a estas alturas.