Archivo mensual: agosto 2012

Los mercenarios 2

El arranque de «Los mercenarios 2» es apoteósico para cualquiera que sepa a lo que va: a jugar en la partida metacinematográfica que ideó Sylvester Stallone -cineasta más inteligente de lo que se le supone- hace un par de años. Una apertura que es una oda a lo cafre más ‘vieja escuela’ elevado a la enésima potencia, y con la que cuesta no soltar alguna carcajada.

A partir de ahí, y como ocurriera ya en la primera entrega de la franquicia, la autoconsciencia, la autoparodia, el autohomenaje, e incluso algo de autocrítica, van a ir desfilando a lo largo de una cinta no apta para aquellos que no sientan cierta admiración por este grupo de héroes de acción dos y tres décadas fuera de su tiempo, y de los cuales Jason Statham es seguramente el único heredero real -no por casualidad actúa su personaje como sidekick de Stallone.

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Brave

Si tuviéramos que trazar un segmento los extremos del cual representaran ‘el estilo Pixar’ y ‘el estilo Disney’ respectivamente, «Brave» se encontraría, junto con «Enredados» (Nathan Greno y Byron Howard, 2010), en el centro del mismo, a pesar de provenir cada una de un estudio diferente de esta suerte de macro-compañía siamesa de animación.

Aunque las comparaciones sean odiosas, en este caso también son inevitables (teniendo además en cuenta la cercanía en el tiempo de las dos películas). Sin querer desmerecer dos productos notables cada uno dentro de su respetable factoría, resulta curioso la forma en que comparten cualidades y defectos en forma y estructura:

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Prometheus

Hay que rendirse a la evidencia de que «Prometheus» es fácilmente destrozable para el que se lo proponga. Es algo que se le puede agradecer principalmente a los guionistas de la película, Damon Lindelof y John Spaihts (aunque toda la ‘gloria’ se la esté llevando el primero por la fama adquirida en la serie «Perdidos»). Siendo más atrevidos, también habría que achacarle cierta responsabilidad a Ridley Scott que, a estas alturas, seguro tiene el poder necesario para meter mano en los guiones que rueda, máxime cuando él figura también como productor de la película.

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