El Bulli: Cooking in progress

Ahora que El Bulli ha cerrado sus puertas –al menos por el momento-, Gereon Wetzel nos las abre de nuevo para mostrar el sistema de trabajo que imperó en tan peculiar establecimiento hasta el año pasado. La elección para su documental de un enfoque enteramente observacional, sin atisbo de interactividad o narración en off, se demuestra acertado para introducirnos en el mundo de la vanguardia culinaria sin sentir que nos encontramos ante un interminable vídeo corporativo, y poniéndonos al nivel de la troupe que conforma la plantilla del restaurante.

Sorprende y divierte a partes iguales ver a Ferran Adrià convertido en una suerte de antagonista de la película, encarnado en el jefe exigente que provoca el silencio de los trabajadores a su entrada en la oficina, y al cual se le presentan los resultados con cierto temor a la reacción airada.

Las situaciones se desarrollan de forma pausada, permitiendo digerir las secuencias a modo de menú degustación, a pesar de ciertas irregularidades en el ritmo o del uso puntual de algún recurso meramente esteticista. La película triunfa en su objetivo de destapar el misticismo que suele envolver el proceso creativo, de revelar el trabajo tras esa especie de alquimia culinaria y de hacer aprehender al espectador el concepto que hay tras un establecimiento como El Bulli, que va más allá de la cocina al uso, proponiendo una experiencia completamente diferente y que por lo tanto no puede compararse a la de ir de carta a un restaurante, por más alto standing que éste pueda tener. Aún así, no deja de resultar algo decepcionante el hecho de, tras haber captado el mensaje, asimilar que ésta sigue siendo una propuesta en cierta manera burguesa, al alcance sólo de unos pocos privilegiados.

En cualquier caso, y dada la cantidad de material audiovisual que existe alrededor de tan insigne restaurante, “El Bulli: Cooking in progress” destaca como documento con alma propia y puede ser una buena propuesta para explicar al más despistado la diferencia entre el reportaje y el documental.