La temática zombi parece una de las favoritas del fantástico y el terror de los últimos (bastantes) años. Se antoja imposible abarcar toda la producción de este subgénero sin sufrir una auténtica saturación de sesos y gente renqueante. Y, aún con unas cuantas joyas en los registros, la cantidad de cintas que no aportan gran cosa al subgénero hacen que cada vez nos llamen menos la atención las novedades que surgen año tras año. Como tantos otros sectores cinematográficos (y de la vida), éste funciona a base de booms, no siempre bien medidos (si es que un boom puede ser algo medido) y que operan de la forma menos inteligente posible para mantener el interés del espectador de forma sostenida a lo largo del tiempo.
En cualquier caso, y habida cuenta del punto en el que estamos, puede no ser mal momento para recuperar algunas pequeñas joyas del cine zombi que no siempre reciben la atención que se merecen. Damos por supuesto que la mayoría de lectores ya conocerán las seminales obras de George A. Romero -sobretodo La noche de los muertos vivientes (1968) y Zombi (1978)-, estarán al tanto de parodias tan divertidas como Zombies party (Edgar Wright, 2004) o Bienvenidos a Zombieland (Ruben Fleischer, 2009), y de reinterpretaciones modernas del no muerto como 28 días después (Danny Boyle, 2002) o Guerra mundial Z (Marc Forster, 2013). Nosotros aportamos estas otras para el deleite de todos:
La legión de los hombres sin alma (Victor Halperin, 1932)
Muy posiblemente, la primera película de zombis de la historia del cine; la siguiente piedra de toque del subgénero la aportaría en 1943 Jacques Tourneur con Yo anduve con un zombie. Si me permito esta segunda referencia, es porque las dos tienen en común la presentación del zombi en su versión primigenia: aquella que achaca su origen (ligeramente basado en hechos reales) al ritual vudú. La legión de los hombres sin alma (en el original, White zombie), resulta en una peculiar mezcla, en la cual tiene cabida Haití (qué lugar, si no), una estética gótica heredera sin duda del expresionismo alemán, y un Bela Lugosi con muchas ganas de hipnotizar a una jovencita. Estupendo cuento de horror, que más de uno ya conocerá.
Vinieron de dentro de… (David Cronenberg, 1975)
En este, su tercer largometraje, Cronenberg decidió aportar su granito de arena a la reinterpretación del zombi, una vez que Romero ya había revolucionado el panorama. Ni vudú, ni resurrección por radiaciones o similares: parásitos y contagio venéreo. Las fijaciones temáticas del canadiense están bien claras desde sus inicios, y esta película es una buena muestra de ello. De estética feísta, hecha con muy pocos recursos, consigue crear una atmósfera malsana muy propia de su director. Este tipo de zombi, con unos impulsos sexuales poco deseables, seguiría desarrollándose en su siguiente (e inferior) película, Rabia (1977).
El ejército de los muertos (Joe Dante, 2005)
El casi siempre divertido Joe Dante nos regalaba en este título uno de los capítulos más acertados de la malograda serie de televisión Masters of horror (VV.AA., 2005-2007). En apenas una hora de metraje, Dante introducía una poco sutil pero muy efectiva sátira política encaminada a criticar (y evitar la reelección de) la administración Bush. El tono de estos no muertos es más cercano a la comedia que al terror, pero también supone, gracias a un buen guión (excelente protagonista) y una realización briosa, una de las aportaciones más originales y divertidas al subgénero que se han podido ver.
Mulberry Street (Jim Mickle, 2006)
Ópera prima de un realizador que poco a poco está marcando su terreno dentro del panorama cinematográfico, y del cual veremos en breve su primer estreno en la cartelera patria, Frío en julio (2014). Mickle debutaba con una película hipnótica, en la cual la plaga zombi convertía a los que la padecían en seres con tendencias roedoras. Su planteamiento, y una realización prácticamente underground, la convierten en una muestra de género única, desasosegante, y que conviene revisar sin duda, pues es una de las películas más desconocidas, y a la vez más valiosas, que ha dado el cine zombi en lo que va de siglo.
Y esto me recuerdo a que he de hacerme un ciclo de Dante y otro de Cronenberg!
Son dos buenas ideas.
[Importado de Facebook:]
Judit Rodríguez Y Zombis Nazis no te gustó? Creo recordar que tiene momentazos juju
David Vilaplana Cantero Hombre hombre, Zombis Nazis era súper divertida (por cierto, mírate la segunda parte, que es aún más burra). Pero se trataba también, justamente, de resaltar ‘joyitas’ que pudieran faltar en tu lista de filmaffinity
Albert Carreras Has visto Zombeavers? Warm Bodies? hahaah Apuesto que no.
Sergio Ortiz Yo anduve con un zombi. Creo que es la única película de «zombis de verdad» que he visto
David Vilaplana Jajaja, Albert, es cierto, Zombeavers la tengo pendiente, en Sitges decidí priorizar otras porque esa pintaba a un rollo Sharknado y pensé ‘ya me la busco en casa’ XDD. Warm bodies la verdad es que no me interesa mucho…
Sergio, pues entonces mírate la del Lugosi que propongo, que es muy salá!
Judit Rodríguez Se me acumulan jaja
David Vilaplana ¿Ves ahora por qué hago selecciones de 4?
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