No hace tanto de la «Marie Antoinette» de Sofia Coppola (2006), y Benoît Jacquot se adentra en una historia sobre la misma figura, en este caso centrada en los últimos días de su mandato (y de su vida). Así pues, ya de partida la trama tiene unos puntos de anclaje diferentes a la visión de Coppola, cuyo principal objetivo era adentrarse en el mundo adolescente de María Antonieta. Pero las diferencias no radican solo en el período de narración escogido.
Se agradece inmediatamente la opción de tomar el punto de vista de una sirvienta en vez del de la reina, que resultaría más manido. Aún así, se echan en falta más películas que se pongan en la piel de los insurrectos ya que, a pesar de mostrar en toda su ambigüedad a la clase cortesana -María Antonieta incluída-, la cercanía es tal que, incluso la mayor de las traiciones resulta perdonable para el espectador. Ésto no debiera restar validez necesariamente a la obra, pero en los tiempos que corren, tal vez se necesita un mayor posicionamiento del lado de los realmente desfavorecidos.
Más allá de esta valoración, la iluminación de la cinta es exquisita y la puesta en escena elegante (dejando de lado algunos usos del zoom discutibles), además de no permitirse un abuso de la música. Cabe destacar la labor de Léa Seydoux en su papel de Sidonie, que lleva sobre los hombros todo el peso de la película gracias a su gran magnetismo, desprendiendo una belleza natural difícilmente igualable.
Todo en conjunto resulta en un agradecido naturalismo, sin el acartonamiento que a veces adquieren las obras de este tipo. Tal vez un mayor peso de las relaciones entre personajes en detrimento de la historia hubiera aportado una mayor riqueza al conjunto, pero es indiscutible que la película nos deja con algunos momentos de gran belleza plástica y expresiva, como Sidonie corriendo, perdida, a través de las habitaciones en el crepúsculo, o los sirvientes y cortesanos vagando confusos y en pijama por un pasillo, como fantasmas de una época que termina sin previo aviso, y que sintetiza a la perfección la idea central del filme.
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