El documental suele ser el invitado que llega a última hora en la fiesta del cine. En el caso del MECAL, aún sin tener el peso de las secciones anteriores, se le da un rinconcito amplio en el cual expresarse, compuesto por cuatro sesiones, de las cuales he podido visualizar las numeradas como 1 y 3.
Espejo de la realidad
Abriendo la sección, el cortometraje «Alvorada vermelha«/»Amanecer rojo» (Joao Rui Guerra da Mata, Portugal) resulta primario e hipnótico conforme avanza, un recorrido por el mercado de comida de Macao sin grandes florituras (más allá de una simbólica sirena enjaulada) que atrapa por la mecánica crudeza que muestra para con los animales que servirán de alimentos. Un buen momento para reflexionar sobre el respeto hacia los seres que dan su vida para servirnos de sustento.
También sobria es «Praça Walt Disney»/»Plaza Walt Disney» (Renata Pinheiro y Sergio Oliveira, Brasil), un cortometraje hecho a pie de casa, una especie de radiografía sui generis de la sociedad contemporánea con un uso bastante original de la música en algunas secuencias, aunque al final da la sensación de quedarse a medio camino en su discurso.
Piezas más breves, «El maná» (Juan Carrascal; España, 2010) es un estupendo, a la vez que sencillo, retrato de un indígena wayúu a través de su entorno inmediato, que cuenta además con algún divertido juego con los subtítulos; «Buriganga» (Michelle Coomber; Bangladesh, 2010), aunque correcto, acaba siendo una nueva visión, más o menos convencional, de la península indostánica, que de todas formas siempre aporta un exotismo especial al cine y material peculiar para el cazador de imágenes. No nos quejaremos.
Siguiendo el recorrido por el Tercer Mundo, la historia de «Skateistan: To live and skate in Kabul«/»Skateistan: Vivir y patinar en Kabul» (Orlando von Einsiedel; Afganistán, 2010) es sin duda conmovedora, arrojando un rayo de optimismo sobre la vida desesperada de todo un país. El único ‘pero’ es que está a punto de caer en el anuncio publicitario, seguramente a causa de la implicación de la marca Diesel en el proyecto. De todas formas, se llevó el tercer premio Onda Curta del programa de TV luso.
Otros que muestran pasión por lo que hacen son los maquinistas de «Baggern«/»Toneladas de pasión» (Corina Schwingruber, Suiza), hombres-excavadora que quedan retratados de forma entrañable en este pequeño documental que culmina en una preciosa coreografía de maquinaria pesada.
Personajes
A veces el documental toma casi la forma de retrato. En esta línea, es irresistible el de «Ik ben een meisje«/»¡Soy una chica!» (Susan Koenen; Holanda, 2010) , donde un niño que se siente chica es retratado desde la esperanza y no la compasión, con un colorido atípico para su temática, pero que convierte el corto en una interesante propuesta. «Irma» (Charles Fairbanks; México, 2010) presenta a una antigua campeona de lucha libre, creando su retrato con pequeños retazos. Interesante. Pero el que se alzó finalmente con el Premio al Mejor Documental fue «Criterioh» (Alberto Blanco, España), gracias a su potente protagonista, un rapero de las Islas Baleares con un problema de obesidad. Aunque flaquea en algún momento por la inclusión de declaraciones de la madre del protagonista que recuerdan a un ‘Diario de Patricia’, la elección de escenarios, la historia personal y circunstancias del MC llegan al espectador de forma fácil y directa, convirtiéndolo en una apuesta ganadora.
En el apartado de curiosidades humanas se coloca «13 Deutsche Hirschrufermesiterschaft»/»13º Campeonato Alemán del Grito del Ciervo» (Andreas Teichmann, Alemania), del que no hace falta decir más de lo que cuenta su título, y pasa por ser una muestra de excentricidad que puede parecer una broma para el espectador desprevenido. Por su lado, el retrato de la ermitaña protagonista de «Vivre en communauté»/»Vivir en comunidad» (Pierre Le Merre y Benoît Desgirauds, Francia), nos hace replantearnos nuestro modo de vida, y explorar la posibilidad de maneras diferentes de encararla. La radicalidad del personaje contrasta con la belleza de la forma, pero tal vez aquí resida su encanto.
Poniéndole imaginación
Divertidísima recreación didáctico-histórica la de «Tomatl: Chronique de la fin d’un monde«/»Tomatl: Crónica del fin de un mundo» (Luis Briceno, Francia), una forma distinta de abordar el documental informativo, de forma sintética e imaginativa. Mucho más estimulante que los documentales de La 2. Siguiendo por la vía más innovadora, «Perversionism»/»Perversionismo» (Luis Nieto, Francia) se decanta por el falso documental en una apuesta totalmente radical en su contenido, algunos momentos de surrealista ridículo y otros de exagerada brutalidad, que provocan repulsión en la parte de la audiencia que no capta la broma y un disfrute directamente proporcional por parte de los que perciben el engaño.