Americana 2016 (III): Colores y horrores

Si una película ha aportado la nota de color al festival, ha sido Tangerine, de Sean Baker. Una comedia sobre prostitutas transexuales que ya dio la campanada en Sitges y que ha sido muy publicitada por el hecho de haberse grabado enteramente con iPhones. Pero lo que importa de verdad es que Tangerine es divertida, y es radicalmente moderna. Se articula en base al seguimiento de sus personajes por las calles de Los Ángeles en un periplo de enredos amorosos, drogas y sexo de pago. Un poco como si los Dardenne hicieran Priscilla, reina del desierto. De estética chillona y personajes extremados, es todo un revulsivo que el público aprecia.

tangerine.png

También la sesión de cortos del festival aporta propuestas llamativas. La mejor, la descacharrante A reasonable request, de Andrew Laurich, de la cual conviene no desvelar nada, pero que consigue sacar el máximo partido de una simple conversación en el bar. También tiene chispa The gunfighter, una historia del Oeste en la que el narrador toma literalmente el control de la historia.

8f1dace1c8f7c94a2edd801ddeeae94d.png

Films_Gunfighter_2x

La animación sale bien parada: tenemos una muestra del siempre interesante Bill Plympton, Footprints; la efectiva aunque sencilla There’s a man in the woods; y la joya de la corona, la dolorosa reflexión apocalíptica de Yearbookde Bernardo Britto.

1017170-hollyshorts-film-fest-honor-bill-plympton-indie-animation-icon-award

theres-a-man-in-the-woods

Yearbook-960x640

Como siempre, están aquellos que, digamos, ‘se pasan de listos’. Propuestas extravagantes que no consiguen ocultar su propio vacío son Everything & Everything & Everything, que cree que basta con tener a Shane Carruth en el proyecto, The life and death of Tommy Chaos and Stacey Danger, que coge una estética ‘mona’ y ‘con personalidad’ pero no tiene nada que contar, o más en el límite Interesting ball, que tiene varias ideas muy graciosas pero es tan excesiva que pierde el control de sí misma. De entre todas estas películas que se salen de la norma sí que vale la pena recuperar, en cambio, Input/Output, curiosamente la que menos pretende desplegar una narrativa, la que menos presiona al espectador para que la acepte, pero que contiene un buen puñado de ideas divertidas e interesantes.

screen_sho-2.png

Ya para acabar, resulta curioso el recorrido de un teléfono en The life and death of an iPhone; resultón a la par que sencillo el drama de pareja de This is when we met; e inspiradora la historia de un paracaidista en Above all else.

el-pobre-iphone-soporta-a-su-dueno-en-cualquier

This-is-When-We-Met-ss2-krk

AboveAllElse

Pero también ha habido un espacio para el cine de género que uno no esperaría encontrar en un festival indie, y que supone una grata sorpresa. Aunque haya sido en este sector donde nos hemos encontrado la única china del festival. Se trata de They look like people, que se ha llevado (de manera totalmente inmerecida) el premio del jurado joven. El público tampoco la ha apoyado, otorgándole la segunda peor puntuación, solamente por encima de Yosemite. La película tiene el mérito de estar hecha bajo mínimos, por poco más que cuatro personas. Uno de los actores/productores envía un mensaje para el público en el que referencia obras del terror de bajo presupuesto como Déjame entrar, The badadook… que funcionan gracias a sus personajes. Son buenos puntos de partida, pero They look like people no consigue llegar a emularlas. Acaba siendo un drama indie de colegas y romances con una trama de terror encasquetada en medio, o bien una trama de terror que no se desarrolla al ser constantemente interrumpida por multitud de secuencias de colegas y romances que no aportan nada a la historia. Un bluf.

Corre mejor suerte The invitation, con la cual cerramos el certamen, y que llega avalada por el premio a la mejor película en Sitges, además de contar con un estreno en salas a la vista. Usando también los mínimos elementos posibles, Karyn Kusama se las ingenia para cerrar su película de forma mucho más sólida. Una reunión de antiguos amigos extrañamente enrarecida, donde hay más de lo que se cuenta, donde las sospechas afloran y se desvanecen de forma inquietante. Sin ser una maravilla, la cinta consigue enganchar al espectador a su intriga, y tiene un par de giros de guión muy bien planteados. El del final, para quitarse el sombrero.

descarga (1)

Con esto concluimos nuestro paso por el Americana, un festival con una de las programaciones más sólidas que hemos podido ver últimamente. No solamente cumple su cometido de acercar producciones pequeñas que serían difíciles de ver de otra forma, sino que lo hace comprometido con la calidad de sus propuestas. Tenemos ganas de más para el año que viene.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.